domingo, 4 de febrero de 2018

LOS VINOS DE ENERO 2018

Mientras termino de afinar el resumen de la exótica media maratón que hice la semana pasada, comienzo un nuevo año con los vinos del 2018. ¡Muy orgulloso además de haber conseguido en 2017 una continuidad presentando vinos puntualmente todos los meses sin excepción!.

Pues nada, arrancamos nuevo año con tres tintos para ir abriendo boca: dos españoles y un francés. ¡Salud!


PITTACUM 2012. Mencía 100%. Viñedos y Bodegas Pittacum. DO Bierzo (España)

Este es el típico vino que tienes visto porque aparece por todos los sitios y que, de repente, un día se planta en tu casa sin esperarlo. Pittacum se elabora en una bodega situada en Arganza (Leon) perteneciente al grupo Terras Gaudas, que os sonará seguramente por sus famosos blancos de albariño. O sea, que deben tener pasta para gastar en publicidad, concursos y buenas distribuciones...

Me cayó como regalo de mi buen amigo Alejandro que, como suele ocurrir normalmente, si me regala un vino es porque está bueno de verdad... ¡hasta ahora pocas veces ha fallado! Pittacum es una Mencía pura y dura que crece en 40 Has de viñedos viejos del Bierzo y que tiene un hermanito pequeño llamado Petit Pittacum, además de otros hermanitos grandes con nombres más raros si cabe. Un vino jugosísimo, profundo, redondo y con chicha. ¡De los que vale la pena apuntar y comprarse la próxima vez que lo veas en un estante!


CHÂTEAU GRAND CORBIN 2006. Merlot, Cabernet-Franc y Cabernet-Sauvignon. Château Grand Corbin. AOC Saint-Emilion. Burdeos (Francia) 

¡Este es el vino con el que comenzamos el 2018! Como sabréis (o no, no sé, probablemente os importe poco) este Fin de Año marchamos con Judith a Burdeos para saber cómo se celebra aquello en la capital mundial del vino. Respecto a fiesta y jaleo poca cosa, nada que ver con lo nuestro. Ahora bien, en cuanto a vinos se refiere... esa gente nos adelanta por la derecha y sin poner el intermitente.

¡Qué pasada de sitio! Además de la ciudad, por supuesto fuimos a ver la Cité du Vin y algunos de esos pueblos y châteaux míticos que todo aficionado ha escuchado alguna vez: Mouton-Rotschild, Margaux, Petrus, Pichon Baron, Latour, Rauzan-Seglá, Palmer, Ausone, Cheval Blanc...

Bueno, en realidad más que los châteaux vimos sus parkings, verjas, setos, muros, ventanas y almacenes de aperos. A esos sitios solo entras o porque te han invitado, o porque tienes un yate amarrado en Marbella o porque trabajas allí. ¡Y es evidente que nosotros no cumplíamos ninguno de los tres requisitos por malo que me sepa! Si a eso le sumas que nuestra visita fue un domingo 31 de diciembre de 2017 pues ya no veas. ¡Ni un alma por aquella zona! Aun así, solo de ver aquellos edificios por fuera a uno se le corta la respiración y el paseo vale la pena sin duda.

En cuanto al vino, cosa buena oiga. Un tinto 2006 de Saint Emilion que compramos en el mismo Burdeos y que nos sirvió para acompañar la cena de Nochevieja que preparamos en un apartamento alquilado para la ocasión: solomillo con guarnición, queso francés, una ensalada y de postre yogur de Sieso.  Y todo... con el pijama puesto. ¡Queda demostrado que no es obligatorio gastarse una pasta para disfrutar de lo lindo en el cambio de año!



LA BOTA DEL GASTO 2016. Garnacha, Mazuelo, Tempranillo. Thunder Wine Makers. DOCa Rioja (España)

¡Qué ganas tenía de que llegara este momento! Por fin, por fin he encontrado la excusa para hablar de mis queridos Thunder Wine Makers. ¿Y quién es esta gente? Os explico...

Siempre podré contar (a mis nietos o a quien sea) que yo vi nacer el proyecto Thunder Wine Makers mientras trabajaba en Barcelona, e incluso que llegué a participar en él durante sus comienzos. Una idea nacida de las mentes de Sergi Figueras (Mejor Sommelier de España 2012) y Antonio Lopo (maestro de maestros y una eminencia en el mundo de la sumillería) que llegó al mundo con el objetivo de crear vinos a medida.

Es decir, tú tienes un restaurante y te apetece servir un vino que solo tengas tú y nadie más y que aparte sea de esta manera o la otra. Pues contactas con los Thunder, les explicas qué tipo de vino quieres, cómo se debe llamar, para qué estilo de cocina va dirigido, cuánto puedes pagar, cuántas botellas necesitas, etc. Y si llegáis a un acuerdo... ellos te crearán ese vino.

¿Cómo? Tirando de su extensa base de datos de depósitos, bodegas y contactos repartidos por toda España. Así de simple de explicar aunque así de difícil de realizar. Una idea que, como todas, empezó en una cabeza, pasó a un folio y terminó en una realidad. Al principio consiguieron "colocar" vinos por varios restaurantes de gama alta de Barcelona pero ahora ya han dado el salto también a la elaboración para distribución pura y dura. Y este es uno de esos casos...

Un tinto de Rioja bien de precio y super agradable para beber. Concentrado, redondo como pocos, toques lácteos, tostados, un puntito dulce y muy aromático. ¡Un chollo que solo encontrarás en El Petit Celler!


¡Saludos, litros y kilómetros desde Barbastro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario