Este año disfrazado de urban-flamenca (por llamarlo de alguna forma) con el dorsal 64.
Pasan los años y este pueblo se sigue superando con la San Silvestre. Cada nueva edición va a más: en número de participantes, en disfraces, en buen rollo, en marcas, en premios... pero sobre todo en una cosa. En PÚBLICO.
Lo que más quiero resaltar de la San Silvestre 2013 es la enoooooooorme cantidad de gente que (a pesar del frio) se lanzó a la calle para aplaudir, animar, saludar, gritar y echarse unas risas. Increible. La imagen que se me va a quedar en la cabeza por un tiempo es la perspectiva que se tenía del Paseo del Coso desde el interior del "pelotón" momentos antes de la salida. Me recordó a la mismísima Behobia o alguna etapa de montaña del Tour de Francia. Un largo pasillo de personas a ambos lados de la calle que ponía los pelos de punta solo de verlo...
Empecé a correr despacito con los amigos que este año se habían apuntado pero, al llegar a Avenida del Cinca y ver que por delante la gente también iba disfrazada, reconozco que "se me calentó el morro" y empecé a zumbar. He hecho muchas San Silvestres y prácticamente todas a ritmo lento...conque por una en la que me exprima algo tampoco pasa nada. Por tanto, de las dos vueltas totales, fui media vuelta lentito y vuelta y media rápido terminando los cinco kilómetros en 20min49seg. Posición 58 y más feliz que una perdiz. ¿Lo mejor? La calurosa llegada que se formó entre un pasillo de niños con las manitas puestas para chocar...
Aconsejo a todo el mundo que alguna vez haga la San Silvestre de Barbastro porque es el mejor plan posible para la tarde del 31 de diciembre. Una cosa sana, barata, solidaria y muy divertida. Recuerdo la primera vez que corrí una de estas allá por el año 2005. Entonces la gente no se disfrazaba y creo que no habría ni 100 participantes,... ahora las cosas han cambiado mucho y a mejor! :)
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